Con la llegada de internet, los cambios en los patrones de comportamiento y en los patrones de consumo de los seres humanos se hicieron inminentes.
Llega el exceso de información, accesibilidad, y la oportunidad para el cliente potencial el testear con otros consumidores si un producto es bueno o no, si satisfará sus necesidades o no.
Se abandona el conocido marketing 1.0, ese que solo tiene en mente las ventas, el valor económico y los beneficio, el que no toma mucho en cuenta al cliente. El consumidor rara vez contactaba a las empresas, y estas, no tenían ningún interés de contactar con sus clientes o con clientes potenciales. En la estrategia de marketing tradicional, la comunicación era unidireccional y solo las empresas tenían conocimiento perfecto sobre sus productos y las características de estos.
Pasamos de la migración digital hasta llegar a la era del nativo digital. En la primera, los usuarios tuvieron que movilizarse; pasar del mundo completamente offline a un mundo online, aprendiendo todo lo que conlleva el manejo de las nuevas tecnologías. El segundo, el nativo digital, nació en esto, en este mundo virtual, no conoce otra cosa.
Cambia la demanda de bienes, la forma en que se adquieren, los mercados laborales se transforman. Los inmigrantes digitales se ven obligados a reinventarse, porque el que no está en internet sencillamente no existe.
Se modifica la receta del marketing tradicional.
En este contexto, las empresas deben cambiar su forma de llagar al consumidor o cliente potencial. No olvidan todas las estrategias y buenas practicas aprendidas en el mundo offline, las adaptan o modelan para que sean aplicables al entorno digital, y en este sentido, sean compatibles con los nuevos patrones de consumo.
Se modifica la receta del marketing tradicional. Pasamos de un marketing que solo se enfocaba en transacciones a un marketing que se enfoca en establecer relaciones. Estos dos aspectos se unen para conseguir resultados exitosos a largo plazo.
Lega el marketing 2.0
En el marketing 2.0, además de la inmediatez a la hora de transmitir información al usuario, surge la comunicación bidireccional. El cliente potencial, no solo lee, sino que también opina y es escuchado/leído por empresas, por las marcas y por otros usuarios de la web.
Surgen figuras como embajadores, influencers, seguidores, fans, youtubers, que sin duda serán emblemáticas de esta era que nos ha tocado presenciar.
Ser testigos del cambio en patrones de comportamiento es algo apasionante y sin duda, no importa cuántas veces se escriba sobre ello, cada blogger añadirá su toque de conocimiento.
El protagonista es el consumidor, y la opinión es su contribución, su arma y su escudo, y dependiendo de cuan tan satisfecho está, tal vez sean las dos últimas las que predominarán.
Las marcas van ahora con cuidado, buscando entonces cómo mimarlo en la medida de lo posible, recordando que necesitan crecer en este nuevo entorno (bueno, ya no tan nuevo 😉 ), y teniendo presente que nadie crece ni madura mirándose el ombligo.
Tenemos entonces que antiguamente marketing se definía cómo el conjunto de acciones y estrategias que llevaba a cabo una empresa para comercializar producto. Hoy en día este concepto se adapta al entorno online, definiéndose el marketing como una serie de procesos concatenados entre sí para comunicar al consumidor, utilizando medios digitales, no solo características del bien a comercializar sino también para llevar valor a sus vidas, encontrado de este modo el beneficio de la corporación y del consumidor, llevándolo en última instancia a la fidelización.
Es por esto que el contenido es el pilar del marketing, el contenido incentiva la conversación e invita a la participación del usuario. Si este contenido es compartido por empresas, y al mismo tiempo este contenido está perfectamente curado y aporta verdadero valor al lector, se fijará en su mente y alma, generará imagen de marca y seguramente se traducirá en mejoras en las ventas.
Llega el marketing 3.0
En esta etapa los consumidores son reconocidos como seres humanos, y las empresas se empeñarán en darles el sitio que se merecen haciendo de este mundo un mundo mejor para vivir. Por ejemplo:
- La Fundación Avon y su campaña contra el cáncer de mama.
- Starbucks y su campaña de reforestación.
- Levis Strauss y su campaña para la prevención del sida).
Vuelven a la carta de presentación de las empresas cosas olvidadas por muchos: visión, misión y valores. Tres elementos que se incorporan a la imagen online y offline de las empresas buscando hacer un match entre esta y el consumidor.
Además de todo esto la responsabilidad social corporativa, se hace necesaria. Debe estar presente y casi palpable en el día a día de las empresas, tanto para sus empleados como para sus clientes potenciales, ya que estos al elegir un producto buscan además una satisfacción espiritual. Las empresas que no se alinean a esto, posiblemente comenzarán a salir del panorama.
Vemos como el marketing 3.0 se circunscribe tal y como lo define Kottler a una mercadotecnia de colaboración, cultural y espiritual. Este describe perfectamente que las marcas deben situar su imagen en una posición de transparencia ante el consumidor, donde las lecciones aprendidas juegan un papel crucial y donde el negocio, sea cual sea, siempre será en ultima instancia un negocio de servicio.
Infografía: Del Marketing 1.0 al Marketing 3.0
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PS. Con respecto a la definición de Philip kotler sobre el marketing 3.0 me gustaría compartir éste enlace donde encontrarán más información. “Los 10 mandamientos del Marketing 3.0 según Kotler.” y una presentación en slideshare titulada «Marketing 3.0» Philip kotler
